Los avances científicos y tecnológicos, así como la mejora de la praxis quirúrgica, han logrado que la tasa de éxito de los implantes dentales sea superior al 95% quince años después de su colocación.
Aunque la estadística tranquiliza en general, no debemos olvidar que detrás del 5% de fracaso hay una persona y un determinado tratamiento. Por eso, lo ideal sería alcanzar un porcentaje de éxito del 100% para que nadie tuviera que sustituir sus implantes después de un cierto tiempo.
Sin embargo, ni aun alcanzando las tasas más elevadas de fiabilidad podemos garantizar siempre y a todos los pacientes que sus implantes van a perdurar. Sí podemos asegurarles que haremos lo posible por solucionar sin coste añadido los problemas que puedan surgir, de acuerdo con los estándares de la profesión médica. Incluso, en nuestra clínica lo hacemos siendo conscientes de que no siempre recae sobre el cirujano la responsabilidad del fracaso de un implante.
Existen factores externos en la evolución de la salud de las personas que no podemos predecir, y concurren también causas del fallo que están relacionadas con los hábitos de las personas. Por ejemplo, la falta de higiene bucal, el tabaquismo, enfermedades de las encías que han existido con anterioridad a la intervención, entre otras. Asimismo, influye el hecho de que no se respeten las medidas que les recomendamos para prevenir posibles problemas en los implantes recién colocados.
Quizá resulta oportuno repasar cuáles son las principales causas de fracaso de los implantes. Un paciente bien informado es una de las bases de la buena salud. Entre los motivos, podemos citar los siguientes:
1. Un tratamiento inadecuado puede dar lugar al fracaso. Una incorrecta identificación de la enfermedad, el método de fabricación de las piezas, o el modo de colocarlas en la dentadura puede dar lugar a que la intervención no logre el éxito esperado. Por eso, es importante que el paciente conozca las conexiones que se van a utilizar, el tipo de materiales con los que se trabaja y su origen industrial, y hasta el laboratorio protésico que prepara las piezas. Hemos de ser conscientes de que existen diferencias en cuanto a la composición y calidad de los materiales, lo que seguramente repercutirá en su vida útil.
2. Complicaciones postoperatorias. A veces se producen efectos no deseados en el proceso, como por ejemplo la aparición de infecciones bacterianas que dificultan la adaptación del implante, o porque no culmina correctamente la integración ósea de la pieza. En estos últimos casos, o bien no existe una masa de hueso suficiente o bien no se ha seguido la técnica quirúrgica más adecuada.
3. Factores mecánicos. A pesar de que la intervención ha sido acertada y el implante se ha integrado correctamente, con el paso del tiempo falla porque el patrón oclusal (dicho de forma sencilla, cómo mastica y cierra la boca el paciente) afecta negativamente a la supervivencia de las piezas. Esto también puede ocurrir en el caso de individuos que padecen de bruxismo (apretar los dientes al dormir, o reacciones ante determinadas situaciones de estrés).
4. Conducta inadecuada. Hemos señalado antes que la falta de higiene bucal afecta tanto a los dientes naturales como a los implantes. La pérdida de dientes, la enfermedad periodontal (deterioro progresivo de las encías, inflamación, pérdida de solidez) que tienen uno de sus desencadenantes en una higiene y prevención deficientes, pueden acelerar el fracaso de implantes que en principio disfrutaban de una evolución positiva, ya que la patología de las encías también se traslada al área de tejido alrededor del implante (periimplantitis). Luego, si consideramos los hábitos nocivos para la salud, las evidencias científicas apuntan a que el tabaquismo puede ser causa directa de fracaso. Sin embargo, no existen estudios concluyentes sobre el impacto del alcohol o el consumo excesivo de azúcares.
¿Y qué hacer si fracasan los implantes? Será necesario abordar un nuevo tratamiento en el que volverán a colocarse nuevas piezas mediante técnicas de regeneración ósea guiada, con las que se forman el hueso y el tejido necesarios para soportarlas. En Clínica Bustillo estamos especializados en tratar implantes fracasados, sobre la que acumulamos ya una larga experiencia que goza de reconocimiento en toda Europa.