El pasado 18 de mayo, el Doctor Ángel Fernández Bustillo fue entrevistado para el suplemento Top Doctors publicado por el diario ABC. En su intervención habló sobre los últimos avances en la implantología dental y destacó nuevamente la importancia de asumir la responsabilidad en los tratamientos.
Reproducimos el contenido de la entrevista, que puede descargar en este enlace.
La implantología dental se ha destacado en muy poco tiempo como una de las mejores alternativas para la restauración de las piezas dentales. Especialistas y pacientes comprueban que con los implantes se restablece la funcionalidad de la boca de una forma definitiva y se superan los compromisos estéticos, ya que se integran perfectamente y apenas se diferencian de los dientes naturales. Con ellos se logra al mismo tiempo una mejor salud bucal y una buena sonrisa.
El Doctor Ángel Fernández Bustillo es un firme convencido de las ventajas de los implantes. Con una trayectoria de más de veinte años como pionero de su aplicación en España, ha innovado en varias técnicas quirúrgicas aplicadas a la implantología, como la elevación del seno maxilar, sobre las que ha formado a cientos de especialistas en las dos últimas décadas. Ejerce con dedicación exclusiva en su clínica privada en Pamplona y es Profesor Asociado en la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra.
¿Qué debe tener en cuenta un paciente a la hora de decidirse por un tratamiento de implantes?
Hay que recordar que el tratamiento de implantes ha de ser prescrito por un especialista, una vez realizado el adecuado diagnóstico y presentadas todas las opciones. Más allá de estas premisas, me parece esencial que el paciente reciba un compromiso de responsabilidad por parte de su médico. Es decir, estamos en condiciones de asumir nuestra responsabilidad por el trabajo realizado, siempre que hayamos actuado con criterios de calidad: en la planificación, en la elección de los materiales y en la trazabilidad de todos los componentes y procesos.
¿Cómo se concreta dicha responsabilidad?
En nuestra clínica, los pacientes reciben un carné con información completa de todos los aspectos que conciernen al tratamiento, incluyendo las referencias exactas de las piezas y materiales. Es un documento de gran utilidad por si es necesario intervenir en el futuro, pero sobre todo, proporciona la garantía de que se han aplicado unas determinadas técnicas y protocolos.
¿Con esto quiere decir que no todos los implantes son iguales?
Evidentemente, es un sector en el que se ofrecen diferentes propuestas, algo que me parece lícito siempre que sean bien conocidas por los pacientes y tengan un coste proporcional a lo que ofrecen. La implantología, como cualquier área de la medicina, pública o privada, es un procedimiento costoso debido al material, la tecnología y la cualificación profesional. La elección debe responder a las expectativas y, en cualquier caso, tiene que estar guiada por la profesionalidad y la ética de la medicina. Creo que hay que superar la visión mercantil.
¿Y cuáles son algunas de las claves de esa calidad?
Además de lo mencionado, hay que hacer una decidida apuesta por la digitalización. Mediante recursos como el escáner de haz cónico, el escáner intraoral, el software de diseño facial o los recientes dispositivos de cirugía guiada, podemos realizar un diagnóstico muy preciso de las necesidades del paciente y planificar con detalle el tratamiento.
¿En qué se traduce la digitalización?
En bienestar y satisfacción para el paciente, por tres motivos. Primero, porque reducimos los tiempos de tratamiento, ya que se acorta el número de pasos que culmina en la colocación de los implantes. Segundo, porque la cirugía es menos invasiva. Disminuimos la necesidad de realizar injertos óseos porque con la ayuda digital es posible identificar espacios naturales de boca que nos garanticen una estabilidad primaria para el implante. No es posible en todos los casos, especialmente si ha habido una gran pérdida de masa ósea, pero sí han aumentado mucho las posibilidades de no recurrir a los injertos.
A este apartado también han contribuido los avances en ingeniería de implantes. Disponemos de diseños que facilitan la colocación en huesos estrechos, cortos y de baja densidad. Asimismo, se han ampliado las gamas, con multitud de diámetros y alturas.
¿Y el tercer motivo?
Es estético, pero tratándose de la boca, no por ello menos importante. La planificación digital nos ayuda a diseñar la sonrisa perfecta de cada paciente. Frenamos el envejecimiento de su rostro y le ayudamos a recuperar la autoestima.
Por tanto, ¿será posible colocar los dientes definitivos en un solo día?
Esa es la aspiración. Queremos evitar los procedimientos largos, que suponen un importante esfuerzo para los pacientes. Sería estupendo preparar todo de antemano mediante recreaciones virtuales que después nos permitan poner la dentadura definitiva el mismo día de la cirugía, sin intervenciones previas, un rosario de citas y penosos postoperatorios.
La ciencia y la técnica están evolucionando con mucha rapidez en este campo y cada vez estamos más cerca de conseguirlo. De hecho, comienza a ser posible en las pequeñas intervenciones.