En la medida en que la implantología se extiende como una de las opciones más eficaces de de reposición de piezas dentales perdidas, está avanzando mucho la investigación sobre los tipos de materiales que se pueden aplicar a los implantes.
Hasta ahora, la opción más fiable ha sido la del titanio, un material cuya aplicación a la implantología fue descubierta en los años sesenta por el Doctor Branemark. Sus características, como la ligereza, la resistencia a la corrosión y la biocompatibilidad, lo han convertido en la referencia de primer orden frente a otro tipo de materiales menos válidos. De hecho, como pacientes, es una cuestión que debemos preguntar al especialista cuando nos propone la colocación de implantes. No todos los materiales tienen la misma calidad y, por tanto, idéntica compatibilidad y vida útil.
Sin embargo, pese a sus excepcionales condiciones, tiene ciertos inconvenientes. En determinadas circunstancias, es difícil ocultar el color del titanio, con lo que se pueden causar pequeños problemas estéticos que pueden afectar a la vida normal del paciente. Por otro lado, pese a su buena aceptación por el organismo, no deja de ser un metal que a veces puede causar alergias.
Por eso los investigadores trabajan en materiales nuevos. Uno de los más interesantes es el zirconio, un compuesto cerámico que presenta las mismas ventajas que el titanio y añade otras nuevas. Al no tratarse de un metal, aumenta su biocompatibilidad. Por otra parte, tiene un color similar al de las piezas dentales, con lo que puede disimularse mejor en la boca de los pacientes.
Además, posee otros rasgos que lo hacen especialmente apto para la implantología. Por ejemplo, alcanza una resistencia muy elevada, en el nivel del titanio, y consigue que haya una menor adherencia de la placa bacteriana, algo muy valioso de cara a posibles infecciones de la cavidad bucal. Además, sucesivas pruebas en pacientes reales han demostrado que su capacidad de integración en hueso es incluso superior a la del titanio.
Se trata de un material que todavía no está ampliamente extendido, pero es probable que generalice a medio plazo. Por ello, si le recomiendan colocarse implantes de zirconio, considere que es una opción perfectamente válida. En cualquier caso, el cirujano siempre le ofrecerá la solución más adecuada para las peculiaridades de su boca.
