El cuidado de la boca no solo consiste en mantenerla sana, sino también en lograr que siga contribuyendo a la armonía de nuestro rostro. Una de las técnicas que más éxito tiene a la hora de combinar salud dental y estética facial es la implantología. Combinada con otras terapias, la colocación de implantes está desempeñando un papel esencial a la hora de devolver la armonía a rostros que han perdido su equilibrio debido a la pérdida de piezas dentales.
Las personas no piensan a veces en las consecuencias que para la estética facial tiene el deterioro y la pérdida de piezas dentales. No sólo es vernos sin dientes, sino que perdemos el soporte de hueso que incluye a los dientes, embellece la sonrisa y da volumen a labios y sostén a la punta nasal. Sobre todo, se produce un avance del envejecimiento que no tendría que llegar en condiciones normales. La pérdida de piezas dentales conlleva el deterioro de los tejidos y provoca una vejez prematura de la piel. El adelgazamiento de los labios, el llamado mentón de bruja, la aparición del papo, o la caída de la punta nasal son manifestaciones que están originadas en el deterioro de la boca.
Entre todas las técnicas de reconstrucción, probablemente la implantología es de las que más puede contribuir a aunar funcionalidad y estética. La implantología y la estética facial son dos áreas unidas, es imposible entender una sin la otra. Por otra parte, los implantes dentales tienen indudables ventajas frente a otras soluciones como las prótesis removibles.
En primer lugar, contribuyen al mantenimiento del hueso, no solo porque se integran en él sino porque a menudo requieren procesos de reconstrucción ósea que revitalizan la zona afectada. Asimismo, las prótesis fijas pueden aportar ese volumen facial perdido por la ausencia de hueso y de encía de una forma más anatómica que las prótesis removibles, con lo que ayudan a retornar al estado natural.
Para ello, previamente tenemos que realizar un estudio de la persona en una triple dimensión: física, técnica y psicológica. Hemos de analizar los parámetros faciales, la situación del hueso, el estado de los músculos y el tejido blando. Con ello obtenemos un diagnóstico del tratamiento que hemos de realizar desde el punto de vista técnico. Pero también hemos de considerar los aspectos psicológicos, cómo se percibe el paciente a sí mismo y qué expectativas tiene acerca del proceso.
Las técnicas de diagnóstico y planificación digital, (escaneado intraoral, escaneado 3D, planificación virtual) nos marcarán el camino que debemos seguir y nos mostrarán el probable resultado que obtendremos.
Si quiere más información sobre los protocolos de trabajo de Clínica Bustillo en materia de implantes dentales, pida cita en el 948152878 o a través de consulta@bustilloimplantes.com