¿Qué diferencia a una prótesis sobre implantes que funciona durante años de otra que obliga a retoques frecuentes? La respuesta está en una suma de decisiones clínicas y protésicas: diagnóstico, materiales, ajuste pasivo, diseño oclusal y mantenimiento.
Una prótesis sobre implantes debe ser práctica, no solo bonita. En nuestra clínica optamos por prótesis atornilladas, ya que permiten retirarlas fácilmente para revisiones y limpiezas. Esto evita problemas que pueden aparecer con prótesis cementadas, donde el cemento puede quedarse bajo la encía y causar inflamación.
En casos individuales (una sola pieza), diseñamos pilares personalizados. Estos son adaptaciones hechas a medida que ayudan a que la encía y el hueso alrededor del implante se mantengan sanos y con buen aspecto.
Materiales resistentes y adecuados
No todos los materiales sirven para todos los pacientes. Usamos diferentes opciones según las necesidades:
- Zirconia: muy resistente y estética, ideal para rehabilitaciones completas.
- Disilicato de litio: excelente para piezas individuales en zonas visibles, por su apariencia natural.
- Estructuras metálicas con cerámica: duraderas y funcionales.
- Híbridas con base de titanio: combinan resistencia y estética en tratamientos complejos.
Elegir el material correcto según la zona de la boca, la fuerza de la mordida y la estética deseada garantiza que la prótesis dure más y funcione mejor.
La prótesis debe encajar perfectamente. Si no lo hace, pueden aparecer tensiones que provocan aflojamientos, fracturas o molestias. Para evitarlo, utilizamos técnicas de verificación muy precisas, como el escaneado intraoral avanzado, que aseguran un ajuste perfecto. Además, aplicamos protocolos de torque controlado al colocar los tornillos, evitando sobrecargas que puedan dañar el sistema.
Una prótesis bien diseñada también debe ser fácil de limpiar. Los contornos deben permitir el uso de cepillos interproximales o irrigadores, herramientas que ayudan a mantener la zona libre de placa. Además, sellamos correctamente los canales de acceso a los tornillos y enseñamos al paciente a mantener su prótesis en buen estado.
Resultado: una prótesis que se siente natural
Cuando todo esto se hace correctamente, el resultado es una prótesis que no solo parece un diente natural, sino que funciona como tal: estable, cómoda y duradera. El objetivo final es que el paciente olvide que lleva implantes y pueda comer, sonreír y hablar con total normalidad.
Una prótesis bien planificada no solo se ve natural, también se comporta como tal: estable, cómoda y predecible con el paso del tiempo.


