Mallas de titanio
para regeneración ósea

Las mallas de titanio son una alternativa de reconstrucción de la masa ósea que acoge el implante para proporcionar un volumen suficiente de hueso que asegure la viabilidad del tratamiento.

Se trata de piezas de titanio fabricadas a medida del paciente que se usan para estabilizar los injertos óseos para implantes y promover el proceso de osteointegración.

Mallas de titanio

Para quién están recomendadas las mallas de titanio

Las mallas de titanio están recomendadas para pacientes que presentan una cantidad insuficiente de hueso para la colocación de implantes dentales, debido a fenómenos como la pérdida ósea o los traumatismos.

También se aconsejan en casos de defectos significativos en el maxilar, como los que pueden surgir tras la extracción de piezas o por lesiones bucales graves.

Asimismo, se utilizan en pacientes que precisan una elevación de seno maxilar para dotar a la zona afectada de volumen de hueso.

Ventajas de las mallas de titanio

1.

Alta biocompatibilidad, por lo que el proceso de regeneración ósea no sufre complicaciones añadidas.

2.

Proporcionan un soporte estructural sólido para el injerto óseo.

3.

Favorecen la regeneración sólida y rápida del hueso.

4.

Se pueden diseñar a medida de la morfología del paciente mediante técnicas de diseño digital.

Colocación de las mallas de titanio

En Bustillo & López Implantología Pamplona, la colocación de mallas de titanio se lleva a cabo durante la cirugía de implantes dentales o de reconstrucción ósea.

El cirujano realiza una incisión en la encía para acceder al área afectada. Luego, se coloca la malla de titanio en la posición deseada y se fija firmemente al hueso con tornillos de titanio. Una vez colocada la malla, se procede a realizar el injerto óseo.

Implantes dentales - Bustillo & López

Cómo se desarrolla el postoperatorio

El postoperatorio tras la colocación de las mallas de titanio varía según la intervención y el volumen de hueso que es necesario reconstruir.

Pacientes Bustillo & López

El paciente puede llevar una vida normal a las horas de la operación, aunque es probable que tenga algunas molestias como dolor, sangrado leve e hinchazón. Estos síntomas se tratan con recursos habituales como analgésicos, antiinflamatorios y compresas frías.

Es necesario esperar unas semanas hasta que la zona cicatriza y el hueso se regenera, antes de continuar con el proceso de colocación de los implantes.

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